
El Prohibido Centro Cultural nació en febrero en el año 1996, por una galería de arte inaugurada por el artista Eduardo Moscoso, el cual pensó que era la mejor manera de apoyar a los artistas que pertenecen a una cultura artística alternativa. Su museo está ubicado en la calle La Condamine 12-102, en el Vado, en pleno Centro Histórico de Cuenca.
Eduardo Moscoso es oriundo de la provincia de Morona Santiago, el nació en los alrededores de un reducido caserío llamado Pananza al pie del monte Pan de Azúcar, este lugar se encuentra en un núcleo selvático que se proyecta en la Amazonía. Él tiene título de Licenciado en la Escuela de Artes Remigio Crespo Toral, adscrita a la Universidad de Cuenca, una vez que culminó sus estudios, ejerció su profesión primero como escultor, realizando a su vez exposiciones individuales y colectivas en la ciudad de Cuenca.
Llevó a cabo actividades culturales en ciudades como Cali, Colombia, también dio su paso por Venezuela, e inclusive se trasladó a Europa como España, Luxemburgo y Bélgica. Cuando retorna a la ciudad de Cuenca viene con un proyecto en la cabeza, que se ocupe de avivar todas aquellas áreas del arte que han sido olvidadas por instituciones convencionales. Con tal compromiso surge lo que hoy conocemos junto a la Casa de la Lira como, El Prohibido Centro Cultural.
El Prohibido es una edificación de adobe, bahareque y techo de teja, donde anteriormente era un hotel para personas que llegaban de visita a Cuenca. Con el pasar de los años se convirtió en una casa familiar. Actualmente en su fachada hay un gato negro y un indio andino con alas de ángel y piezas en cerámica. Su mural es una exaltación a la vida, con imágenes selváticas de colores fuertes.
La infraestructura de esta galería de arte está adoptada para que dentro de ella se puedan realizar eventos musicales y teatrales, e incluso está adecuado para un museo de exhibición de arte, donde participan obras de artistas nacionales e internacionales.
Eduardo seguirá manteniendo este sitio debido a la falta de espacios que involucren a las culturas marginadas que se realizan y se siguen realizando dentro y fuera de la ciudad. Él argumentó que tomó aquella iniciativa por los comentarios que le llegaban de varias personas que se encargaban de decir qué era cultura y qué no, incitándolo así a que él decida abrir un museo diferente a los demás, con otros conceptos y perspectivas.
En un día común y corriente El Prohibido funciona como un museo y cafetería, donde se puede apreciar muchos objetos decorativos que fueron elaborados por Eduardo con material reciclado. Pero no es lo único que podremos, pues para los aficionados a las emociones fuertes hay dos fosas subterráneas, que conforman un cementerio de muñecas creado por Moscoso y su amigo Manolo Salgado. Este espacio se ha convertido en un símbolo de los recuerdos de la infancia, pues varias personas regalan muñecas al Prohibido para ser parte de ese cementerio.
“Pienso que al crear uno se ubica en una posición creativa que le permite trabajar con lo que se tiene a la mano para expresar lo que está alrededor”, comentó Moscoso.
Realiza conciertos, presentaciones teatrales y exposiciones como, por ejemplo; en fiestas de Cuenca en el mes de abril por la fundación de la ciudad, realiza un festival de pole dance, que lastimosamente la gente lo asocia con lo sexual, y que obviamente resulta ser falso, pues para este tipo de baile se requiere de mucho esfuerzo físico, constancia y disciplina. Ofrece este festival con el único objetivo de que la gente pueda conocer el mismo y analizar los movimientos que se realizan, pues no lo practican solo mujeres sino también hombres.
El escenario de este lugar está ubicado en el patio de una casa patrimonial con una plataforma de cemento de barandilla de metal en frente, a media altura. La luz natural del día entra por el techo atravesando una claraboya rodeada de tejas, donde el público forma un semicírculo para disfrutar de las presentaciones musicales que derrochan un fuerte ruido de las guitarras, la batería, el bajo, los instrumentos de teclado y los sintetizadores.
A Moscoso no le ha ido tan mal en su empresa, por lo que desea abrir una segunda extensión de El Prohibido en el Oriente para crear una nueva mezcla cultural ancestral con la cultura urbana actual. Cree que se debe salir del encierro cultural.
El concepto de esta mezcla basada en los ancestros, en las cosas de los adultos mayores es que no se deben quedar ahí, pues de una u otra manera se podría explotar para promover nuevos pensamientos culturales, siempre y cuando la propuesta se maneje con el debido respeto.
El Prohibido está abierto de lunes a sábado de 9:00 a 21:00 y domingos de 9:00 a 14:00.


